jueves, 3 de julio de 2014

EL PERFUME

Llegamos a una edad en la que nuestra capacidad de seducción por medio de los sentidos la hemos perdido. Se nos ve mayores. Se oyen las tonterías que decimos. El tacto es rugoso, de pellejo. Etcétera. Así que nuestra capacidad de atraer se limita a dos ámbitos. Al tamaño, que sí importa (de la cartera, me refiero). Y al aroma que desprendemos.
Será por eso que me gusta oler bien. Así que me lavo, me cambio a menudo de ropa y mejoro mis efluvios con una fragancia elegida.
Hace unos días entré en una tienda de perfumes buscando alguna novedad sofisticada y personal. Entre las que me ofrecieron había una, personalizada, no recuerdo su nombre. La encargó elaborar un famoso corredor automovilístico cuando iba a abandonar las competiciones para así evocar sus campeonatos. Los componentes aromáticos eran cuero, neumático gastado y gasolina. Tenía su punto, pero a lo que apestaba es a taller mecánico.
Yo, próximo a retirarme, les he encargado una colonia que evoque las refinadas esencias entre las que se desenvuelve la Cirugía. Olería a pus, a heces y a sudor frío de quirófano. Ahora estoy cavilando el cómo titularlo. Lo que no tengo claro es si con ese tufo iba a ser capaz de seducir a nadie.

2 comentarios:

  1. Permítame que dude de sus intenciones expuestas en esta escatológica entrada. ELLAS nos quieren tal y como somos sin que tengamos que recurrir a complicados productos aromáticos, eso sí hay que mantener unas mínimas, aunque maximizadas (más vale que sobre que no falte),normas de higiene, a saber ducha-baño diario, y ropa mudada y lavada con detergente líquido y sobre todo con el adecuado suavizante. Estoy seguro que ya sabrá todo esto, pero mi infinita egolatría y carácter presuntuoso me impulsa a decirlo. Y finalmente sólo comentar que en nuestros trabajos hay un aroma que no se huele si no que se siente, y tira más a putrefacto y no tiene arreglo. Saludos.

    CODA:por cierto ha gracias a un buen amigo ha caído en mis manos un ensayo escrito por un joven profesor de la Universidad de Valencia llamado Francisco Fuster y titulado "Baroja y España. Un amor imposible". Se lo digo más que nada porque de su lectura estoy seguro que sacará más provecho que yo, aunque por supuesto a mí parece bastante interesante en lo que poco que he empezado a leer. Saludos.

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    1. La idea acerca de la seducción la tomé de una anécdota atribuida a una famosa mujer (Coco Chanel) sorprendida al ser piropeada por el agradable olor que desprendía (a su eterno Nº 5) cuando tenía 85 años. La verdad es que creo que uno debe oler bien (sin pasarse), independientemente de la edad, sexo o condición.
      Lo del perfume automovilístico (Nostalgia, es su nombre) me ocurrió a mí hace unos días. Cuando me lo enseñaron, se me ocurrió la idea que cuento en la entrada. Efectivamente hoy se respira en nuestro ambiente un tufo putrefacto que no se huele pero que se siente y que nos está helando el ánimo a todos. Pero de ese hedor espero no acordarme cuando me retire.
      Muchas gracias por su recomendación literaria. Intentaré conseguirla.
      Saludos, y que disfrute del verano.

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