jueves, 11 de diciembre de 2014

EL MEU EXAMEN DE VALENCIÀ (MI EXAMEN DE VALENCIANO)

Hace siglos que los valenciano-parlantes adquirimos la costumbre de expresarnos por escrito mediante el castellano. El sentido común nos conduce a usar nuestro otro idioma más universal para comunicarnos al escribir. Demostrando que no sufrimos complejos sobre la lengua madre. Y no por orden de la ley franquista: así fue desde tiempos de Carlos V.
La influencia de varias clases de pedantes (políticos intrigantes, pseudo-intelectuales, docentes sobornados y falsos artistas) generó una lengua valenciana oficial, culta, que no habla casi nadie y que la va a convertir en una lengua muerta, a pesar de examinarnos.
Para que perviva un idioma hay que procurar simplemente que se siga hablando. Sin tener que aprenderse unas normas canónicas impuestas, ni tolerar exigencias totalitarias que sólo generan rechazo hacia él.

Con esta redacción me suspendieron en mi examen de valenciano. Tras revisarlo comprobé que lo fui por causas ideológicas.
Jamás me volveré a presentar.

EL MEU  EXAMEN DE VALENCIÀ

Fa segles que els valencià-parlants adquirim el costum de manifestar-nos per escrit amb castellà. El sentit comú ens conduïx a usar el nostre altre idioma més universal per a comunicar-nos a l'escriure. Demostrant que no patim complexos sobre la llengua mare. I no per orde de la llei franquista: aixína és des de temps de Carles V.
La influencia d'unes quantes classes de pedants (polítics intrigants, pseudo-intellectuals, docents subornats i falsos artistes) va generar una llengua valenciana oficial, culta, que no parla quasi ningú i que la convertirà en una llengua morta, a pesar d'examinar-nos.
Perquè pervisca un idioma cal procurar simplement que es continue parlant. No haver d'aprendre's unes normes canòniques imposades, ni tolerar exigències totalitàries que només generen rebuigcap a ell.

Amb esta redacció em van suspendre en el meu examen de valencià. Després de revisar-ho vaig comprovar que ho vaig ser per causes ideològiques.
Mai mes em tornaré a presentar.

5 comentarios:

  1. Cuando viví en México adquirí una gran destreza en hablar mexicano, cuando decidí examinarme de lengua mexicana me dijeron que "eso no exitía" que el examen era de Español o Lengua castellana.
    Salté a Argentina y ante la diversidad de giros modismos acentos y frases hechas decidí aprender ese bonito idioma y decidí comprarme un manual de gramática Argentina, me dijeron que eso no era posible pero si disponian de otros de gramática castellana o Español. Así me sucedió en otros paises de américa latina, lo cual me llevó a la conclusión de que el único idioma que existe es el Español o castellano.
    Pues aquí en Valencia mas de lo mismo. Otra cosa es hablar de nivel cultural grámatico ortográfico o lector.

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    1. No sé exactamente lo que me quiere decir. Pero yo le aconsejaría que, de verdad, estudiara el castellano (o español, como usted quiera), porque en su escrito se pueden detectar numerosas faltas de ortografía.
      Será, seguramente, por la confusión derivada de sus diversas estancias en eso que denomina Latinoamérica. Los latinos (nativos del Lacio) no civilizaron a América. Fueron los de Hispania (lo que hoy es España y Portugal). Yo digo Hispanoamérica.
      Así que, si quiere, en vez de valenciano, diré lemosino. Pero yo nunca le llamaré catalán. Eso se lo dejo a usted.

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  2. Pagaría gran parte de mi inmensa fortuna, por ver la cara del "insigne" comisario político-lingüista al leer su examen. Estoy seguro que le saldrían sarpullidos en los lugares más inverosímiles, en fin que los síntomas serían muy díficiles de diagnosticar. En fin saludos y como todo buen ateo incoherente, pero sobre todo educado, le deseo unas Felices Fiestas.

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    1. La verdad es que el citado comisario no paraba de decir eso de “doncs”. Yo le advertí que dijera “pues” pues ya estaba harto de escucharle galicismos y otras impurezas. Le advertí que el academicismo era algo heredado de la Ilustración, época absolutista por antonomasia. Así que se acabó cabreando y acabamos enviándonos mutuamente a hacer puñetas.
      Yo, al fin y al cabo sólo pretendía poner en evidencia lo de esos exámenes. No exigí ser aprobado ya que no sólo no era mi intención, sino que había hecho trampa: había copiado totalmente mi examen desde una chuleta estratégicamente bien colocada (es algo que me sale bien, aprendí en la universidad para aprobar asignaturas inútiles). Pero mi examen era perfecto.
      El caso es que nunca me he realizado una defecografía y, sin embargo, gracias a dios, hago de vientre todos los días perfectamente. Igualmente, seguiré hablando valenciano cuando me apetezca sin necesidad de estúpidos exámenes.

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    2. Gracias por sus deseos navideños. Mis deseos se los transmitiré en la próxima entrada. Saludos

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