jueves, 13 de marzo de 2014

LAS FALLAS, DE NUEVO

Llegaron las fallas. Ya están los falleros dando morcilla al vecindario. Jaurías de majaderos agrupados en comisión se dedican a molestar a tope. Compensan sus complejos ostentando el dominio de la calle. Montan insoportables verbenas. Cortan calles con la carpas, repostaje de sus borracheras. Niños y mayores nos ponen la cabeza como un bombo con sus petardos.
Cagapoquitos de pro, presidente, fallera mayor y otros cargos, se disponen a lucir pandero por las calles. Por suerte, contentos con su dignidad, no ambicionan llegar a concejales, ministrables, o jefes de cualquier negociado: menos mal, porque así nos joderían todo el año.
Mientras, en vez de falla, esencia del festejo, nos plantan un mondongo. Aquella hermosa fiesta tan completa y diversa ha degenerado en gamberrada. El objetivo de la comisión es excluir a los no falleros y echarles de la ciudad. Si las fallas son esto, a la mierda con las fallas.
Vayan mis respetos a los falleros sensatos que, aunque pocos, alguno queda.

6 comentarios:

  1. No coincido con su "idílica visión" de las fallas (permítame la ironía). No entiendo como no ve encanto en estas fiestas, en las que no se puede andar por la calle porque tienes que ir esquivando no solo los petardos del universo fallero, sino el de esos "educados niños" que con sus "educados progenitores" (de tales palos tales astillas) también petardean además de físicamente, espiritualmente. Por no hablar del turismo de alpargata que junto con el indigenismo patrio realizan aguas mayores, menores y de toda índole en la vía pública, tras haberse saciado con cualquier líquido, de baja, media o alta gradación. En fin que no entiendo como no le gustan las Fallas, al fin y al cabo podemos presumir en nuestra ciudad de que durante unos días institucionalizamos la mala educación, por otro lado habitual durante el resto del año en estos lugares. Pero en fin así somos los valencianos, como buenos españoles, tuvimos buen ojo al darle tres mayorías absolutas al Bismark de L' Horta Sud, pero aún tendremos mejor ojo cuando le demos la mayoría absoluta al tripartito, Enric Morera, conseller de Cultura, Marga Sanz consellera de Sanidad y Ximo Puig Molt Honorable President, vamos lo que se dice un gobierno de notables. Que las Fallas le sean leves. Saludo.

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    1. Gracias por sus deseos. Efectivamente, las fallas me serán leves. Varios conocidos falleros me han dicho (de palabra, en directo) que si no me gustan las fallas, que me vaya a Cuenca. Pues sí, no me voy exactamente a Cuenca, pero ya tengo las maletas preparadas y mañana a primera hora (si la carpa de la puerta de mi garaje me lo permite) saldré de Valencia para no volver hasta el día 20.
      A ese tripartito al que usted se refiere, el que ya ha vendido la piel del oso antes de cazarlo, tampoco le gustan las fallas. Nos imbuirán de cultura catalana: de pa amb tumaca (siempre que el tomate sea valenciano o murciano) y de caganers.
      Espero que usted también pueda escaparse. Saludos

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  2. Lorenzo= Laurenws.23 de marzo de 2014, 10:37

    Estoy de acuerdo con tus opiniones sobre la conducta de la clase fallera cerril,y también respeto a los autenticos,pero nos echan de la ciudad a los que no somos de esa linea de conducta.Vicente,me alegro de varias cosas:1º de que escribas las Quebrancias.2º De estar de acuerdo en tu linea de critica.
    3º De lo variado de los temas.

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    1. Me alegro de que estés de acuerdo conmigo y de que te gusten mis panfletos. Aunque también me alegraría de que cuando no concordemos en algo, me des caña con toda confianza.
      Las fallas son una fiesta muy completa. El monumento con su participación plástica, la pirotecnia, la música, la indumentaria, el arte floral, la poesía, etcétera. Y no es una fiesta de intelectuales (cuando participan la cagan) sino del pueblo llano. Pero hoy en día ha sido tomada por un atajo de “petardos” que, colaborando con la inepcia de los gestores municipales, la han convertido en una gran gamberrada.
      Esperemos que las cosas se arreglen o las fallas se irán a la mierda.

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  3. Y cuando acaben las Fallas volverán los "blogeros". Dando morcilla en los tablones de anuncios. Jaurías de majaderos que tras la pantalla de un ordenador se dedican a hinchar los tablones en espera de que algún despistado visite su blog para engrandecer su ego.
    Cagapoquitos de pro, escritores frustrados que cargan con su verborrea fácil contra todo aquello que les pueda molestar. Por suerte, contentos con sus dominios en la red, no ambicionan a llegar a concejales, ministrables o jefes de cualquier negociado, así nos darían la "brasa" todo el año.
    Mientras, en lugar de relatos memorables, nos escriben panfletos, y aquella hermosa forma de deleitarse leyendo unas páginas, ha degenerado en una verborrea incontrolable. El objetivo es demostrar que mis ideas son la mejores y que aquel que no piensa como yo es un analfabeto y un paleto. Si para esto sirven los blogs, a la mierda con ellos.
    Vayan mis respetos a los blogeros sensatos que, aunque pocos, alguno queda.

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    1. La verdad es que la manera en que usted contesta a mi post sobre las fallas demuestra ingenio y gracia. Se nota que tiene mucho de fallero.
      Pero debe ser de las nuevas hornadas de valencianos, porque le faltan algunos elementos esenciales: carece de originalidad y, sobre todo, demuestra una mala aceptación de la crítica. La crítica es el fundamento del mundo fallero.
      Las fallas de hoy son una mierda. En mi barrio acabaron a hostias entre unos y otros (todos falleros). Los más avergonzados son los propios festeros. La fiesta se ha convertido en una gamberrada. Desorganiza la vida de la ciudad. Molesta a un porcentaje de ciudadanos (de los que han de ir a trabajar) superior a la cantidad de falleros. Los políticos no ponen orden por miedo a perder votos. Si siguen así, están sentenciadas.
      Sin embargo creo que en mi vehemente panfleto he generalizado de forma excesiva. Usted me lo hace ver. Por ello, le agradezco su opinión.
      Por cierto, yo aun aspiro poder llegar a ser concejal, ministrable o jefe de cualquier negociado.

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