viernes, 30 de agosto de 2013

LAS MODELOS

Desde hace ya unas décadas la mujer participa plenamente en los diversos ámbitos sociales, posibilitando que la comunidad se aproveche de todos sus miembros. Vemos pues como las féminas se imponen en los mundos de la política, la medicina, la empresa, y en todos los demás.
Pero el camino del éxito elegido por las triunfadoras más populares de hoy en día sigue siendo la vía sexual. Muchas de ellas consiguieron su Poder, además por supuesto de a otras cualidades, a la excelencia de sus faenas genitales. No es, ni más ni menos, que una variedad del llamado oficio más antiguo del mundo. A lo largo de la historia, sus afanosas profesionales recibieron diversos nombres. Ahora se estila denominarles eufemísticamente “modelos”.
Unas, tras acercarse a esos bobalicones jovenzuelos ricos surgidos del mundo del deporte, del espectáculo, de la televisión, e incluso de alguna familia real, consiguen que las preñen, utilizando a los churumbeles como medio de obtener lo más posible del patrimonio del pobre gilipollas. Conseguida la pasta, se cansan de ellos y los cambian por un nuevo gilipollas. Habitualmente, el primero, no escarmentado, acaba amancebándose con una nueva “modelo”.
Otras prefieren convertirse en barraganas de viejos decrépitos. Es patético comprobar como en la actualidad, un par de putas se disputan el patrimonio que sustrajo a sus trabajadores aquel viejo nazi de falso título nobiliario.
Ya es hora de que la sociedad toda, incluida la prensa del hígado, ponga en su sitio a esas tipejas, porque no son modélicas para nada ni para nadie. Reconozcamos como ejemplo a las mujeres que asumen su responsabilidad y sacrificio desde sus puestos de trabajo o sacando adelante a sus familias.

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