jueves, 5 de junio de 2014

FELIPES

…El Toisón de Oro, un collarón con catorce chapas doradas, fue instituido por Felipe III de Borgoña en honor de sus catorce amantes, que al parecer tenían todas el coño rubio, como el vellocino de oro.
MANUEL VICENT (Aguirre el magnífico)

Felipe IV de Borgoña era otro picha brava, biznieto y sucesor del protagonista de la cita, que fue proclamado como rey Felipe I de Castilla tras haber consumado braguetazo mutuo con Juana la Loca. El reinado le duró escasamente dos años al fenecer, supuestamente (algunos dicen que envenenado), de un ataque de apendicitis.
El lío lo organizó Isabel la Católica, celestina mayor de Europa, al morirse. Cuando la Maribel I se fue al otro barrio ya le estaban esperando allí sus dos primeros hijos con sus dos respectivos nietos. Así que la sucesora en Castilla era su tercera hija, la Juani. Tras las discusiones  correspondientes entre padre (Fernando), hija y yerno, el hermoso marido de la Juani se hizo coronar rey de Castilla. Aprovechao, que era.
Por tanto, el primer Felipe en gobernar sobre territorios de la Corona de Aragón fue el nominado como segundo (aquel insensato llamado el prudente). Así que para los valencianos, el que nos viene es un quinto Felipe.
Esa cuestión podría ser señalada por el historicismo nacionalista regionaloide. Máxime cuando casi equiparan al Felipe V original con Satanás. Seguramente porque, al derogar antiguas y castrantes leyes medievales, refundó a España y la instituyó como una nación moderna, siendo uno de los pocos borbones potables.
Ahora habrá que ver que sale de ese anodino nieto político del taxista, un Felipe que será sexto en Castilla pero quinto en Valencia, Aragón y otros lares. Y esperamos que los genes del ínclito automovilista puedan mejorar a  la especie borbónica. Si las minorías republicanas antidemocráticas no lo impiden. Porque, de momento, la democracia presupone que se aceptan los criterios de las mayorías que, sea por suerte o sea por desgracia (que da igual), son monárquicas.

2 comentarios:

  1. Según tengo entendido parece ser que la reina Maria Luisa, esposa de Carlos IV y madre de catorce hijos, entre ellos del rey felón, tuvo tan numerosa prole no de practicar el noble fornicio con su real esposo sino de hacerlo con "apuestos oficiales" de la guardia real, por supuesto destacando el malvado Godoy. Con lo cual creo la sangre de los Borbones ya se tendría que haber oxigenado, pero ni aún así. De todas maneras a pesar de gente como Pablo Iglesias (bis), Cayo Lara y demás tropilla, uno sigue siendo un republicano convencido, pero pienso que si el próximo Felipe no se parece a su progenitor aún habrá esperanza sino le barrera la Historia. Saludos

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  2. La especie Habsburgo degeneró absolutamente debido a la rancia mojigatería de las reinas españolas. La reinas de la época en otros países, evitaron la consanguinidad puteando lo que podían (incluso alguna Habsburgo española, tal como Ana de Austria, madre de Luis XIV de Francia).
    La cosa siguió igual tras el primer matrimonio del primer borbón, con Maria Luisa de Saboya que parió de su marido dos hijos tontos (Luis I y Fernando VI). La citada reina tenía la entrepierna vigilada por la ursulina real (Ana de La Trémoille, princesa de los Ursinos). Sin embargo, Isabel de Farnesio, segunda esposa del mismo borbón no consintió entrar en Madrid hasta que la de los Ursinos hubiera llegado a Pernanbuco; y se trajo al cardenal Alberoni con el que engendró a un Carlos III, un borbón muy feo pero bastante espabilado.
    El siguiente borbón se emparejó con su prima María Luisa de Parma de la que usted ya ha dado nota. La mayoría de sus hijos murieron en la infancia, seguramente debido a la consanguinidad. Aunque sin duda, el sucesor era un verdadero hijo de puta.
    El felón no consiguió engendrar con sus tres primeras esposas (dicen que debido a su elefantiasis peneana). Sin embargo, con Cristina de Borbón, la cuarta, ya moribundo, tuvo dos hijas, antes de que la susodicha engendrara más de media docena de morganáticos “muñoces” con el duque de Riansares (un Urdangarín de la época).
    A Isabel II la casaron con su “hermano” mariquita que la preño varias veces pero no consiguió parir de él. Pero los alabarderos, que usaban calzón corto, luciendo pantorrillas, excitaban a la reina. Así que se “hizo” a unos cuantos, de los que parió a sus hijos.
    De las siguientes, Cristina de Habsburgo era medio monja. La inglesa no se hablaba con su marido. La actual dicen que le pegaba a un chico de la cruz roja. Y la nieta del taxista, ¿a saber?
    Así que la raza borbónica española es absolutamente transgénica. No le podemos echar la culpa a la consanguinidad.
    Pero con una república tendremos a descendientes de meretrices vulgares, recambiados cada cuatro años y a los que habría que enriquecer junto a su parentela urdangarina. Así que me quedo con los borbones: salen más baratos.
    Saludos.

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