Los individuos con una
“inferioridad orgánica” la compensarán con una superior ansia de poder, y de
ahí la famosa afirmación de que los grandes dictadores han sido personas de
corta estatura o han tenido algún otro defecto físico.
ALFRED ADLER
Sí. Los
obsesionados por el dominio del vecino son enanos mentales. Lo de menos era su corta estatura
(como la de Napoleón, Atila, Hernán Cortés o Franco) que la talla que vale es
la moral, no la física. Pero algo que les acomplejó les llevó a su ansia de
poder.
Parece
ser que lo de Napoleón eran sus diminutos cuatro centímetros de virilidad. Ahora,
disecados, pertenecen a un coleccionista. Los que los han visto dicen que menos
un pardalo parece de todo: un zapatito viejo de muñeco, un pececito retorcido,
la naricita de un bebe…
También
se sabe que Hitler quedó capado al perder los testículos durante sus años de
cabo.
¿Serán esos los “defectos físicos” referidos por Adler padecidos por aquellos a los que les gusta mandar?
¿Serán esos los “defectos físicos” referidos por Adler padecidos por aquellos a los que les gusta mandar?
Sembrao y abonao
ResponderEliminarDe acuerdo que estos personajes que cita el Sr.Martí eran unos salvajes, pero no creo que tuviera nada que ver con su estatura ni con el nº de botones de su bragueta. Mi mujer mide 1.52 y mea sentada y no va matando gente por ahí (ahora que lo pienso, algo de mala leche si que tiene, será por eso?)
Está claro. Lo que le pasa a su mujer es eso que llaman "la envidia del pene". Así que cuídese.
EliminarYo, que en alguna ocasión he discrepado mucho con Martí, he de reconocer que en su último escrito está "sembrao" y en esta sección de "general" este comentario es bastante mas inteligente e ilustrativo que otros dignos de miscelanea de sobrecito de azucar o el funcionamiento de los muelles de las puertas de seguridad.Y desde luego estos "bajitos" y mermados sexuales citados en el escrito de Martí, trigo no se si habrán dado mucho, pero dolor y brutalidad, a raudales.
ResponderEliminarMe alegro de que esté de acuerdo conmigo. Pero seguramente me enseña usted más cuando discrepa. Así que, aunque estemos de acuerdo hoy, que esto no sirva de precedente.
EliminarSaludos
Digo yo que el afan de protagonismo en esta ventana colectiva tambien debe estar relacionado con alguna carencia...Porque está bien expresar opiniones, pero, Martí, lo tuyo...
ResponderEliminarLa verdad es que a mí me gustaría salir anónimamente, pero eso es imposible
EliminarReconozco que es posible que usted tenga razón. Igual yo también la tengo pequeña. Es posible, he visto muchas ya que me dedico a las hernias y siempre acabas viendo algunas más grandes que la de uno, ¿será todo derivado de mi complejo de castración?. Me ha dejado usted preocupado.
¿Quien da la talla?
ResponderEliminarQue tendrán que ver los cojones, para sembrar trigo?
Yo creo que los cojones no tienen nada que ver para sembrar ni trigo ni nada.
EliminarComo usted espero que comprenda, todo lo dicho es una coña. Es una burla de la miseria que arrastran aquellos que se creen que nos mandan.
Ya en la antigüedad había muchos esclavos de la Roma imperial que con su inteligencia eran capaces de dominar a sus teóricos amos.
Mi comentario es, ni más ni menos, una reivindicación de la anarquía filosófica.
Y, si quiere más aclaraciones, podemos comentarlo tomando un café.
Saludos.