Ese par de folklóricas con ansias maternales, una de ellas de matrimonio postclimatérico y la otra viuda con brújula
sexual extraviada, decidieron adoptar a unos huerfanitos amazónicos. Pero, tras procurárselos, los malcriaron
de manera tal que el nene acabó siendo un facineroso y las nenas resultaron ser más putas que las
gallinas.
Con
la excusa de que la audiencia lo pide, los numerosos programas del petardeo televisivo (incluida la
TVE, esa de la que todos pagamos su incalculable déficit) dedican programas monográficos al quinqui taurino y a las putillas.
Tipología harto despreciable, que no supo aprovechar la oportunidad que les dio su suerte. Tanto los niñatos amazónicos, como sus parientes biológicos y las parejas de unos y de otros nos dan el mismo asco.
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a esos malditos jovenzuelos es un método sutil para disimular la conducta de individuos como el cazador de
elefantes, mercader asociado a dictadores de Guinea y de Catar y del resto de la morería, compañero de múltiples barraganas de pro. Lo mismo que su parentela insulsa, inútil y ratera (prole natural o política, que da igual).
La peste política infesta a nuestra sociedad de tramposos, de incumplidores de compromisos, de organizadores de jaleos nacionaloides, de ligados a mafias (Gurtel, ERES, Bárcenas), de sindilcalistas de crucero y mariscada. Toda esa gentuza podrían parecernos lumbreras cuando vamos a compararlos con el putiferio de aquellos infames gurruminos.
La peste política infesta a nuestra sociedad de tramposos, de incumplidores de compromisos, de organizadores de jaleos nacionaloides, de ligados a mafias (Gurtel, ERES, Bárcenas), de sindilcalistas de crucero y mariscada. Toda esa gentuza podrían parecernos lumbreras cuando vamos a compararlos con el putiferio de aquellos infames gurruminos.
Todo esto no es más que un inmenso teatrillo, donde algunos engolan la voz para decir tonterías, otras dan lecciones teóricas de ética sin llevarlas a la práctica, otros roban directamente, y la gran mayoría ansía quedarse tuerto si el prójimo se queda ciego. En fin todo muy español. Saludos y como dicen en Italia ¡buena Pascua!.
ResponderEliminarComo usted dice, si el ciego mental es el quinqui de esta historia, los demás nos quedamos sólo en tuertos.
ResponderEliminar¡Estamos apañados!
Que descanse durante estos días. Saludos