…Aprendió
a alisarse el pelo con la “toga”, un sencillo procedimiento que consistía en
que, una vez lavado y totalmente húmedo, se enrollaba por el contorno de la
cabeza, estirándolo y alisándolo al mismo tiempo, manteniéndolo así
veinticuatro horas, hasta que se secaba; al desprenderlo del enrollamiento
quedaba liso-liso, y así hasta el próximo lavado y la toga de nuevo…
ESTHER SALAZAR
¡La toga! Siempre la
toga. En los años 60 y 70 del pasado siglo, toda chica que quería dar largas al
chico encontraba el pretexto ideal: tenía que hacerse la toga. Todas, a toda
hora, se hacían la toga. La toga era la excusa perfecta.
Hoy en día hay excusas
y subterfugios para todos los gustos. Para rebajar sueldos al trabajador. Para
acumular riqueza por explotadores y políticos. Para subirnos los impuestos.
Para hundirnos en la miseria
Ya veremos como acaba
esto. Pero la “toga”, felizmente, ya se pasó de moda.
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