viernes, 23 de noviembre de 2012

INFÓRMÁTICA Y DEPORTE

Hace unas semanas oímos que algunos de los cocineros de potajes financieros del lugar se alegraban al conocer que, aunque en Azerbaiyán, sí que se celebrarían los mini-juegos olímpicos europeos que la tropa urdangarina pretendía se oficiaran aquí.
Pero otros, aún nos hemos alegrado más. Y nuestra alegría sería mayor si dichos juegos se oficiaran en la Conchinchina que, aunque es Asia, pilla más lejos.
Hartos quedamos los valencianos con los numerosos chanchullos surgidos tras la celebración en nuestra ciudad de lo de la Copa de la América. Sobre todo, el funcionariado que, además de aguantar la rebaja de sus sueldos para pagar deudas pendientes, tiene que soportar infumables sistemas informáticos comprados a alguna de las compañías patrocinadoras de los barcos. Programas que nos embutieron a cambio de los correspondientes pasteleos.

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