viernes, 11 de enero de 2013

LA EXPIRACIÓN DE CLAUDIO


… Éstas fueron las últimas palabras oídas entre los vivos a Claudio (a la vez que emitía un ruido más fuerte por esa parte con la que mejor hablaba): “¡Pobre de mí, me he cagado, creo!”
Si lo hizo, no lo sé; lo cierto es que lo dejó todo lleno de mierda…
LUCIO ANNEO SÉNECA

Este escatológico fragmento de la sátira “Apocolocintosis” escrita por Séneca (en latín), denota el carácter subversivo de su autor. Porque el tal Claudio, antes de morir cagándose, era el hombre más poderoso del universo conocido.
Claudio, tras suceder a su sobrino Calígula, se convirtió en el emperador de los romanos. Y, después de que ese par de idiotas ocuparan el trono, Séneca creyó que las cosas mejorarían con el reinado de su pupilo Nerón. Pues nada más lejos: Séneca y los romanos se  tuvieron que tragar a otro psicópata.
A los españoles nos ha pasado lo mismo. A las boñigas que soltaron los sociatas se les han juntado las  que están largando los peperos. Y estamos de porquería hasta las cejas.

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