No
está muerto quien se indigna, quien lamenta su desdicha, quien siente hervir en
su corazón la sangre con tumultos de indignación por lo pasado: los verdaderos
muertos son los que callan, los que aceptan filosóficamente sus desgracias, los
que carecen ya hasta de fuerza para sentirlas.
SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL
Pues yo creo que en la España de hoy estamos
rodeados de un sinnúmero de muertos vivientes. Hay demasiada gente que se
calla. Unos por apatía. Otros por cobardía. Y los más “para ver si los demás se
mueven y yo me aprovecho, pero que las hostias se las den al otro”.
Y así, los muy vivos seguirán sacando tajada.
Y así, los muy vivos seguirán sacando tajada.
Esa "virtud" creo que es muy española, aunque viendo como esta el mundo me parece que es más que universal y no sólo se da hoy en día, sino que ya se daba hace años, cuando se llevaban a los judios a los campos de concentración o a los "contrarrevolucionarios" (bendita Virtud al gulag). Saludos.
ResponderEliminarPues así acaban haciéndose con el poder aquellos que saben prometer convincentemente la mejor manera de joder al vecino (aunque, de paso, le jodan a uno mismo). Y, en España, los tenemos encima.
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